Nayarit a la deriva como barco sin capitán

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Por: Alberto Martínez Sánchez.

Debe ser difícil ser y no ejercer. El poder no se comparte, se decía. Actualmente se presta para que sea ejercido por la perversidad, la ambición y la prepotencia de una familia.

Por eso Nayarit es un barco a la deriva, no hay capitán al mando. El buque hace agua con la crisis política y económica que genera el no pago a trabajadores de la educación y de salud.

Y no hace falta cesar a funcionarios. Sería mejor que el gobernador se fuera. Queda claro que no puede y lo peor es que no quiere gobernar. Por eso otros ejercen el poder a su gusto y estilo.

Nunca antes Nayarit había quedado a la deriva, sin un capitán al mando. Hoy estamos viviendo el peor fin de año. Hay parálisis económica y persiste la torpeza política en el gobierno.

¿A dónde vamos a parar? Antonio Echevarria García mejor tira la toalla. Gobernar no es lo tuyo, los negocios si. Si lo haces será la mejor obra de tu gobierno.

Porque de continuar le estarás dando la razón a la mayoría de los ciudadanos nayaritas que por todas partes exclaman: Estábamos mejor, cuando estábamos peor.