Por: Alberto Martínez Sánchez.
La soberbia estacional que padece Jorge Anibal Montenegro Ibarra, lo llevó a convertirse en su propio enemigo. Un político que a eso se dedica, se olvido de hacer política y en la posición clave de un gobierno como lo es la Secretaria General. Es como poner a un niño en una alberca llena con bombones y dulces y que el menor no se coma uno solo. Eso le paso a Jorge Anibal no supo que hacer con el pastel que él mismo cocino y que en vez de repartir rebanadas se lo comió solo. Egoísta el tipo.
A los 6 meses de gobierno, Antonio Echevarría García se dio cuenta que su amigo el perverso Jorge Anibal, lo tenía secuestrado y que la agenda de su gobierno la ponía la Secretaría General y no él como gobernador. Que sus amigos de toda la vida y que están en todos los partidos políticos y empresariales no llegaban a él porque Jorge Anibal se los puso a distancia.
Abrió los ojos y se dio cuenta que su Jefe de la Política Interna, no operaba los asuntos en el Congreso del Estado. Que lo enfrentó con los partidos aliados y opositores. Que lo hizo quedar en el ridículo al correr a 432 burócratas. Que no le garantizo detener la corrupción galopante en el sector educativo en donde vaciaron un almacén sin recibo alguno. Todo eso y mucho más actos cometidos, podría de alguna forma ser perdonable.
Lo peor es que Jorge Anibal Montenegro Ibarra el perverso, el que lo llevo a gobernador del estado, con tantos frentes que abrió con los sectores políticos, sociales y económicos, hizo el gobernador, su partido y sus candidatos, perdieran las elecciones el primero de julio muy a pesar de las carretadas de dinero que usó, pero que al parece no entregó. Ahora en su renuncia Jorge Anibal dice que él mismo puso en marzo su renuncia sobre la mesa, cuando todos sabemos que fue despedido. Sigue siendo prisionero de su soberbia y de no haber aplicado el arte que se jacta de saber a la perfección como lo es la política.
Renuncia Jorge Anibal Montenegro a la Secretaría General de Gobierno
